En la vida suceden muchas cosas de las cuales debemos apreder, ver el
lado negativo como positivo a la vez; los pro y los contra de todo nos
ayudan a aprender y a crecer aún más como personas. Sobre todas las
cosas, no cegarnos por la rabia ni el rencor e intentar pedir a Dios (o
en quien tengan su fe o creencia) por aquellas personas que creemos que
nos causan daño, porque también nosotros dañamos sin darnos cuenta. Que
el tiempo cure las heridas, las penas o las rabias y que nos enseñe
siempre a seguir tratando de hacer el bien aunque la mochila pese y nos
quieran sacar de nuestras casillas. Hay
muchos cambios y cosas que vendrán después y ante todo, unión y calma.
Alita.