que sigo viva.
Que mi rostro envejece lentamente y
que mis ojos no se han podido abrir.
Hoy llegué a la orilla,
odiándote,
luego de haberte amado en el alma.
Abracé al sol y brillé hasta la luna
Miré de nuevo tu boca sonriendo
Y
Me confundí,
No eras tú
Era quien yo quería
Esa silueta perdida entre las algas
Que quería flotar.
Ya me hundí en el oceano
Y nadé a tu espíritu para encontrarme
Déja que me aleje
Déja que la vida me lleve por otras aguas...