lunes, 15 de diciembre de 2008

The waY.

Pisando hojas secas por las calles de este poco, pero tan interesante lugar, metido entre cerros y nombrado como Paillaco en los mapas que se le considera.
Ese crujir que mis oídos transforman en ondas mecánicas y luego es percibido por mi cerebro, me llena hasta los pulmones de tranquilidad pura, no hay nada más que perturbe mis sentidos de tal forma en ese instante tan lleno de "magia", que sencillamente es realidad, realidad neta.
Los ojos pasan viendo, y en esas mentes sólo caben palabras de justificación a mis acciones que yo sola podría justificar... Pero mis pasos por encima de esas hojas son de degustación, no comprenden que es tan simple, que es tan lindo pasar...y respirar este aire. Para qué envenenar este profundo terreno al que pertenecemos. Si nos vamos, algún día querremos respirarle de nuevo.
Hojas secas hay y habrán en muchos lugares... pero no en todos crujen de la misma manera.


Alicia Santana.

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